Primeros días en Bolivia

Ya hace tres semanas que un grupo de aventureros se empredió en un viaje que cambiaría su vida, una experiencia que sería un antes y un después y que les permitiría ser ejemplo de entrega para los demás.

Todo comenzó un 30 de junio, cuando se montaron en un avión y realizaron un vuelo de casi 12 horas. Llegaron a Santa Cruz, donde los esperaría el hermano Gregorio para llevarlos a su primera parada, Barrio Lindo, donde con mucho cariño los recibieron Vidal, José Antonio, Óscar y Reinaldo. Abrazos sinceros, risas, volver a encontrarnos y a compartir vida con los hermanos, una de las mejores maneras de empezar el CTM.

Empezar a sentir Bolivia, ver, oír… cada segundo en Santa Cruz es distinto: el tráfico, las compras en La Ramada, ir a por el chip para los teléfonos, compra de artesanía…. Unos primeros días llenos de actividad pero también de muchos momentos de compartir.

Y dos días después, rumbo a su segunda parada, Roboré. Vidal y Jesús super cariñosos, como siempre. Sentirse en casa después de un año, o incluso viniendo por primera vez es una de las mejores cosas que vives en Bolivia. Charlas con Jesús, excursiones con Vidal al Chorro de San Luis o la ermita de la Buena Madre, preparación de actividades, dos o tres días que hacen que nos sigamos metiendo más y más en la dinámica del campo, en esos días repletos de actividad pero que tanto merecen la pena.

Y por fin, llega el momento que tanto esperamos, la primera visita a las comunidades. Doña Delia en San Pedro, con su papa y dos de sus sobrinos; Doña Lidia y toda la junta escolar, acompañados de algunos niños de la escuelita y algunas becadas en Los Sotos; y el club de madres al completo acompañadas de sus hiijos e hijas y del OTB, don Leo, en Limones, hicieron de esa primera visita una mañana y tarde fantástica. Se deshacen en elogios para nosotros y hacen que nos sintamos como reyes. Aprovechamos esta primera semana también para ir a visitar a las niñas del Hogar de San Francisco; este año hemos querido que sea parte del proyecto, sacar un ratito todas las semanas para visitarlas. El viernes fiesta de bienvenida organizadas por los becados. Bailes, comida preparada por ellos, juegos. Además les acompañarán Nachi, la responsable de los becados, y Mirjana y Tomás, antiguos alumnos maristas que también los acompañan en ciertos momentos a lo largo del día a día. Y hasta aquí nuestra primera semana.

La segunda semana, empieza con la separación por comunidades, dos en Los Sotos, dos en San Pedro y cuatro en Limones, por ser la más grande. Este año hemos decidido que la permanencia en las comunidades sea rotatoria, cada semana iremos cambiando de comunidad, para que tanto nosotros como los comunarios conozcamos a más gente. Como todavía estamos en el receso vacacional, nuestras mañanas serán de visitas a las familias, de decir que ya estamos aquí, de reencontranos con mamás, papás, niños… Y nuestra primera semana de talleres, borlones de lana con las mamás para decorar, molinillos de cartulina para los niños de primaria y palomas hechas con las manos para los niños de kinder.

Aunque haga frío, se pasa rápido por el cariño y el calor, a veces literal, que la gente nos da. Sus abrazos, sus conversaciones, sus risas, ese café calentito nos hace sentir en casa, parece que el tiempo no pasa, que la vida en las comunidades se paró en agosto del año pasado y ahora se ha vuelto a reactivar. Felicidad plena al estar juntos, al vivir vida juntos, al hacer comunidad y formar parte de la comunidad, esos gritos de “españoles, españoles”de los niños mientras vienen corriendo hacia ti y, al fin y al cabo, estar con ellos y entre ellos. ¿Hay algo que nos pueda hacer más feliz? El fin de semana, convivencia con los becados, estarán con nosotros dos novicios brasileiros, Luciano y Rafael que serán como un voluntario más, muy motivados con los chicos y muy metidos en la dinámica; además de tres de los antiguos becados. Treinta y dos de los cuarenta y un chicos y chicas de las becas participarán en ella. Bajo el hilo conductor del mundial de fútbol y los valores y detalles que en un buen equipo tiene que haber. Gymkhanas, juegos, visita a aguas calientes, momentos de fotos, risas y celebración final de la convivencia muy emotiva en la que los tantos ellos como nosotros destacamos muchos de los detalles que hemos visto durante el fin de semana. Es un grupo muy bueno y muy participativo. Palabras de agradecimiento mutuas para todos y recuerdos para los chicos, los novicios y los tres antiguos becados. Toca descansar para coger fuerzas para la segunda semana en la comunidad. Esto va viento en popa y a toda vela.

Y la tercera semana empieza con la vuelta al cole. Como en años anteriores, participamos en el acto cívico del primer día del tercer bimestre y nos presentan en el colegio a todos los alumnos y profesores. Empezarán también los talleres preparados por los voluntarios, por lo que desde esta semana todos los lunes dos de nosotros pasaremos parte de la mañana, la comida y parte de la tarde con los becados. El resto nos vamos a la comunidad, en esta ocasión todos a Limones para participar en el velorio de la Virgen del Carmen, aprovecharemos que estamos en esta comunidad para conversar con el director de las escuelitas y con los nuevos profesores de Limones. La impresión con el nuevo director es muy buena, muy disponible para todo, se nota el trabajo de acercacimiento que han hecho Mamen y Mercedes cuando estuvieron aquí en febrero. El resto de la semana con normalidad aunque como los niños han vuelto a las escuelitas, la dinámica de nuestras mañanas cambia bastante. Buscamos todas las mañanas un rato para hacer apoyo, para jugar en el recreo, llevarles un cafelito a los profes…  Por las tardes, esta semana nos ha tocado “Enséñame tú” con las mamás. En San Pedro nos han enseñado a hacer salpicón, en Los Sotos a tejer y a preparar empanadillas y en Limones a hacer joyeros de goma eva. En las tres comunidades las tardes acabaron con comilonas, bien por las cosas que hicimos o por otras cosas que prepararon ellos. Hemos tenido la suerte de que dos días el padre Braulio ha asistido a las comunidades para celebrar una eucaristía de acción de gracias por el comienzo de curso. Como actividad especial también hemos participado en el velorio del Divino Niño organizado, como viene siendo tradicional en los últimos años, por una familia de San Pedro, este año de forma más especial ya que el padre de familia falleció el año pasado en un accidente. La semana en las comunidades, siguiendo con la tónica habitual de este tiempo y de años atrás, muy feliz con niños, madres, becados… El viernes hemos tenido el primer momento de pastoral con los chicos de las becas, presentación del taburete de los GVX, “hacer amigos”, qué cosas malas tengo yo, que cosas buenas ven los demás en mí y, algo que gustó mucho, que vean que no están solos al recibir las cartas de sus “amigos” españoles; chicos de su edad, más o menos, que tienen inquietudes y preocupaciones parecidas, y que quieren conocer y saber de ellos. El sábado día dividido, parte del grupo participa en la caminata a Santiago con el hermano Vidal, y otros nos quedaremos en Roboré, descansando y por la tarde iremos a visitar a las chicas del Hogar de San Francisco. Muchas risas y confidencias con ellas, que después continuarán a la salida de misa. Acabaremos la semana con la excursión a Aguas Calientes con las mamás. Muchísimas risas, momentos de juego, comida compartida, que harán que pasemos tanto madres como voluntarios una jornada excepcional.

Esta semana, momento triste ya que Rocío nos deja el miércoles, ya que el viernes vuela para España. Gracias por el trabajo y la dedicación de estas tres semanas, se notará tu ausencia el tiempo que sigamos aquí.

 

Un saludo para todingos y todingas desde nuestra querida patria Bolivia.

Luis Alberto, Moreno, Lozano, Fátima, Rocío, María, Moreno Mary y Javi

Equipo de voluntariado de SED en Bolivia

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