Os echo de menos
Y aquí estoy.
De vuelta a mi casa, a mis comodidades.
A un grifo del que sale agua que puedo beber, a la ausencia de bichos que pululen alrededor de la comida, a la ausencia de polvo en la calle, a una ducha de agua caliente y abundante, a una nevera repleta de fruta variada y alimentos de todo tipo, a un paseo tranquilo, un armario lleno de ropa, una lavadora que deja mi ropa fresca y limpia…tantas cosas que durante un mes y medio no he echado nada de menos.
Vuelvo a mi realidad y, sorprendentemente, echo de menos todo lo que dejé allí, en GUATEMALA.
Echo de menos los madrugones, la incertidumbre de las novedades que el día me va a deparar, las jornadas de trabajo variadas, los bichos, el pan con hormigas, el encargado de la obra que de tan mal humor me ponía, las champurradas y hasta el arroz con pollo.
Pero lo que más echo de menos es a su gente. Echo de menos sus abrazos, sus sonrisas, su cariño, su agradecimiento mal merecido porque lo único que he hecho es estar, acompañar, escuchar.
Sin duda me he traído mucho más que lo que he dejado. Esta experiencia me hace crecer por dentro todos los años.
Vengo renovada, cargada de energía positiva y ganas de seguir luchando por la dignidad de las personas aquí, allí ….donde me quieran escuchar.
Si existieran más personas como las hermanas Uti, Alta, Katy y Savina el mundo sería menos malo.
Su fuerza, energía y positivismo te empapa, te engancha.
Solo me queda darles las gracias y decirles que por su “ guerra mato y muero”
Seguiremos en contacto y, primero Dios, el verano que viene vuelvo.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS X 10000
SILVIA
CTM GUATEMALA
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