El regreso
Es una pena que estas líneas ya no hayan sido escritas con vistas a la maravillosa laguna de Bilene. Esta vez el horizonte ilimitado ha sido sustituido por un cuadrado de 1x1m que da a la odiosa carretera de Benfica.
La verdad es que tengo historias que me permitirían escribir 1.000 crónicas de Mozambique, pero hoy necesito hablar de algo: el regreso.
Mi experiencia comenzó el 28 de junio y os aseguro que no acabó el 7 de agosto. Después de algunos días digiriendo la llegada y desenredando emociones, todavía siento una necesidad enorme de contar cosas de Mozambique, porque no pasa un día en Portugal que no me haga pensar cuánto quiero volver. Describir esta experiencia desde allí, a flor de piel, fue bueno, pero no basta. Nadie habla del después…, ¡es tan difícil! Todavía pasan en bucle por mi cabeza las imágenes, las rutinas, los paseos…; y me asusta pensar que esas vivencias se puedan desvanecer con el tiempo.
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