Me siento agradecida
Han pasado varios días que no os cuento nada, pero la experiencia de hoy ha sido maravillosa, por lo que es precioso y preciso compartirla. He estado en una reunión con madres sin suficiente solvencia económica de esta zona de Mulungushi que tienen a sus hijos e hijas en el colegio de St Paul´s Secondary School. Los hij@s de estas madres son alumnos becados por la ONGD SED (Solidaridad, Educación, Desarrollo) para que puedan continuar con sus estudios. En otras palabras, estos niñ@s pueden seguir estudiando por los fondos y aportaciones voluntarias de muchas familias de España que, periódicamente, ingresan una cantidad, la que sea. Ha sido un honor ver las caras de felicidad de esas madres que entienden la importancia de la educación, están orgullosas de que sus hij@s vayan a la escuela secundaria y se acerquen un poquito más a un posible trabajo digno.
En un intento también de compartir parte de la situación económica actual para muchas familias españolas, les he explicado a las madres cómo algunas de estas familias hacían un esfuerzo por seguir manteniendo su donación a SED -y muchas otras a diferentes ONG que también hacen verdaderas labores sociales-. Y me han respondido en bemba -el idioma de la zona- con una inmensa gratitud porque, como dijeron literalmente, “es de aplaudir que haya gente que quiera financiar los estudios de hijos que no son los propios”. En mi opinión, desde Europa también podemos aprender mucho de la sencillez y gratitud de estas madres.
Así que esta entrada va especialmente para agradecer a esas familias de una parte de Europa que hacen que familias de una parte de África mejoren sus condiciones de vida.
¡Muchas gracias! ¡Natotela sana mukwai! Me siento agradecida.
Olaya Vázquez García, voluntaria de SED en Mulungushi, Zambia
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